martes, 9 de julio de 2013

De nuevo, un encuentro muy esperado, pero no para todos

Este pasado domingo tuvo lugar la segunda de las excursiones de este año 2013 que desde la Fundación Lurgaia se organizan todos los años para dar a conocer el patrimonio natural de nuestro entorno. En esta ocasión, nuestro destino era el puerto de Bermeo, desde donde abandonábamos tierra firme para, durante cuatro horas de navegación a bordo del Hegaluze Barria por aguas del Golfo de Bizkaia, ir a la búsqueda de algunos de sus fantásticos habitantes, los cetáceos y las aves marinas.

Hegaluze Barria (www.hegaluze.com)



El Golfo de Bizkaia es uno de los mejores sitios del mundo para ver aves marinas y cetáceos. En el caso de los cetáceos, en el golfo nos podemos encontrar hasta 24 especies diferentes, aunque en nuestras aguas once de ellas son las protagonistas; entre los "delfines" (llamados "odontocetos", que suelen ser de pequeño tamaño, con excepciones, con dientes y un solo orificio para respirar) nos encontramos con la marsopa común (Phocoena phocoena), el delfín común (Delphinus delphis), el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y el delfín mular (Tursiops truncatus), el calderón gris (Grampus griseus) y el calderón común de aleta larga (Globicephala melas), el zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), las orcas (Orcinus orca) y el cachalote (Physeter macrocephalus), y entre las "ballenas" (llamadas "misticetos", de mayor tamaño, con barbas y dos orificios para respirar) podemos encontrar al rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata) y al rorcual común (Balaenoptera physalis).


Gráfico de las especies de cetáceos más comunes en nuestras aguas


En el caso de las aves marinas, y aunque esta época del año no es especialmente buena para su avistamiento, dado el mayor número de especies existentes, las posibilidades se multiplican en cuanto al número de diferentes especies que podíamos encontrarnos.

Lámina de aves marinas de SEO / Birdlife



Dada la expectación que en años anteriores había tenido la excursión, tanto en 2011 como en 2012,  se volvieron a organizar dos viajes en barco, y se embarcaron  86 socios, colaboradores, voluntarios y amigos de la Fundación Lurgaia  repartidos en dos turnos, uno por la mañana y otro por la tarde. Los pronósticos eran inmejorables, buena temperatura, buena mar, poco viento, escasa ola, con lo que con toda la ilusión del mundo, empezó nuestra búsqueda a las 10:00 de la mañana rumbo norte.

Nota: Recuerda que si pinchas en cualquiera de las imágenes 
podrás verlas a mayor tamaño

Durante el turno de la mañana, y con todas las expectativas del mundo, salimos a navegar. En menos de una hora, el pronóstico del tiempo ya había fallado y nos encontrábamos ante una situación totalmente inesperada, un fuerte viento del oeste, nada habitual en nuestra costa, y un mar de fondo mayor del esperado que hacía que muchos empezaran a no poder disfrutar ni siquiera de la navegación. Durante cuatro horas, donde cada vez la mar empeoraba más y más, sólo pudimos ver algunas aves marinas, como Gaviotas patiamarillas (Larus michaellis), Pardelas baleares (Puffinus mauretanicus), Paíños europeos (Hydrobates pelagicus) y Alcatraces atlánticos (Morus bassanus), además de la presencia de varios grupos de bonitos que daban saltos y nos hacían mantener la ilusión y la expectación, un espectacular salto de atún rojo, y un esquivo  tiburón, que apareció y desapareció con la misma rapidez, y con la imposibilidad de poder disfrutar de él. Finalizada la mañana, y con gran pena, el resultado en cuanto a número de especies de cetáceos y aves marinas avistadas fue realmente malo, con lo que sólo obtuvimos y, sólo en algunos casos, el placer de la navegación. Una verdadera pena.



Los navegantes del turno de la mañana, que no pudieron disfrutar de los cetáceos y aves marinas, dado que la mala mar que nos acompañó toda la mañana, como se refleja en la última imagen, imposibilitaba la localización de los animales.



Las expectativas para el turno de la tarde no eran nada buenas, dado que la mar seguía igual. Todos los pronósticos habían fallado, y las caras de los futuros navegantes antes de embarcarse y después de conocer los resultados de la mañana, en algunos casos, eran todo un poema. A las 15:15 el barco zarpaba con las ilusiones un poco tocadas, pero ahí nos lanzamos a otras cuatro horas de navegación. De repente, y ante nuestro asombro, en apenas media hora todo cambió, el viento empezó a amainar, la mar de fondo cada vez se hacía menor y la mar se empezaba a convertir en una balsa de aceite poco a poco, con lo que por lo menos, la posibilidad que poder buscar e intentar localizar a los animales era perfecta.


Los navegantes del turno de tarde buscando sin parar cualquier pista, y, por fin, disfrutando...


Y por fin, el primer grupo de cetáceos hizo su aparición, un grupo muy disperso de un centenar de Delfines mulares (Tursiops truncatus) con crías entre ellos (a algunas se les podían ver las marcas alrededor del cuerpo de estar recién nacidas como se ve en la última de las fotos) y aunque al principio estaban un poco recelosos de nuestra presencia, nos dejaron durante un ratito poder disfrutar de ellos, e incluso se acercaron al barco, hasta que con numerosos coletazos con la aleta caudal sobre el agua nos comunicaban que nuestra presencia ya no era bienvenida, cosa muy habitual cuando están con crías, con lo que decidimos continuar nuestro camino. Estos delfines, con una coloración grisácea, pueden alcanzar hasta los 4 metros de longitud y tener pesos desde hasta cerca de 650 kilos en el caso de los machos, siendo las hembras un poco más pequeñas y ligeras.


Delfines mulares


Al de poco tiempo una nueva señal nos ponía en alerta. Se trataba de un enorme grupo de Delfines listados (Stenella coeruleoalba), que nos demostraron con creces su fama de acrobáticos, no estando quietos ni un sólo segundo y dando saltos impresionantes de gran altura y longitud, haciendo que mientras rodeaban el barco, no pudiéramos saber ni siquiera a donde mirar para perdernos el espectáculo lo menos posible. Estos cetáceos, de menor tamaño que los delfines mulares, y con unas preciosas coloraciones y con dos listas (líneas) muy representativas en ambos lados del cuerpo, pueden alcanzar los 2,70 metros de longitud y cerca de 150 kilos de peso.


 Delfines listados


De nuevo nos sorprendía la aparición de un gran grupo de Delfines comunes de hocico corto (Delphinus delphis), también con crías entre los adultos. Mucho menos acrobáticos que los impresionantes delfines listados, también se acercaron al barco, navegaron con nosotros y nos regalaron algunos saltos. Estos delfines, fáciles de identificar por su coloración negra en la parte dorsal y el dibujo de 8 (o de reloj de arena) tumbado en los costados de color amarillo y gris, son mucho más pequeños y ligeros que los delfines mulares y similares en cuanto a tamaño a los delfines listados, con un máximo de 2,70 metros de longitud y a un peso de unos 110  kilos.

Delfines comunes

Además, entre tanto grupo y salto, se detectaron dos ejemplares de Zifio común o de Cuvier (Ziphius cavirostris), una especie que vive en zonas de gran profundidad y altamente tímidos y esquivos. Después de detectarles e identificarles sin problemas, ambos ejemplares se sumergieron y desaparecieron, siendo sólo unos pocos los afortunados que pudieron ver sus aletas. Por lo demás, pudimos ver las mismas especies de aves marinas, algún bonito saltando y una tintorera (Prionace glauca), un estilizado tiburón que puede alcanzar los 3 metros de longitud. En resumen, una gran tarde con cuatro especies diferentes de cetáceos, tiburones, aves marinas...

Algunos hasta grabaron algunos momentos con el móvil y han querido compartirlos con todos vosotros... Muchas gracias...


(Pincha en la pestaña HD para ver a mayor calidad el vídeo)


El día llegó a su fin, y con ello, el barco volvió a desembarcar a los últimos navegantes. Haciendo un poco de memoria, durante la primera excursión de cetáceos y aves marinas del año 2011, durante el turno de mañana se pudo disfrutar de diferentes grupos de cetáceos mientras que el turno de la tarde se fue a casa con las manos vacías. El año pasado, y debido a la horrorosa mar, tuvimos que anular la salida, con la mala suerte que después de proponer una segunda fecha, el tiempo decidió que ese año no nos tocaba salir. Casualidades de la vida, este año 2013, las tornas han cambiado y el turno de la tarde ha sido el afortunado mientras el de la mañana no pudo tener su oportunidad. Muchos nos preguntáis cuando realizáis vuestras reservas ¿Pero cuando se ven más?, ¿Es mejor el turno de la mañana o de la tarde?, ¿Qué me recomiendas?... Como veis, cualquier respuesta que os pudiéramos dar no serviría de nada, porque la naturaleza y, en este caso concreto, la fauna salvaje en libertad, nos ha demostrado una vez más que... ¡¡¡es totalmente impredecible!!!.

En definitiva, al igual que en la salida del 2011, hubo encuentros muy esperados, aunque no para todos, con lo que sólo esperamos que la próxima vez todos los que nos acompañen ese día puedan disfrutar en condiciones de estos fantásticos animales.


¡¡¡Muchas gracias a todos!!!
¡¡¡Os esperamos en la próxima!!!

1 comentario:

  1. Gracias a tí, Jesús, por compartir estas imagenes con nosotros. ¿Las aves marinas en la próxima edición?
    Un abrazo,
    Andy

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